Las teorías de enseñanza-aprendizaje que influenciaron el sistema educativo en la era industrial, imaginaban la mente como una caja cuya función era recibir la información transmitida por el profesor. En los años 60, estos conceptos influenciaron el desarrollo de programas educativos totalmente lineales en los cuales se confunde instrucción con aprendizaje y conocimiento.
Investigaciones recientes en medicina, psicología y biología nos revelan que el cerebro humano es un sistema mucho más complejo que la sencilla caja negra expuesta por teorías conductistas. Howard Gardner nos habla de la existencia de 7 formas de inteligencia, lo cual se acerca más a la concepción de la mente como un sistema biológico abierto, flexible y que responde de diversas maneras a los múltiples retos y situaciones que se presentan en la vida cotidiana.
Estos descubrimientos tienen un gran impacto sobre el futuro de la educación porque nos demuestran que el modelo industrial de educación cohíbe y restringe el desarrollo de los jóvenes en edad escolar. En la era del conocimiento es indispensable promover la creatividad, la innovación, y la experimentación en un proceso colaborativo que utilice las tecnologías digitales eficientemente para lograr el objetivo de aprender a aprender.
La educación escolar se ha convertido en uno de los temas de mayor debate político y social en los últimos años a nivel global. Todas las campañas políticas y los programas de gobierno reconocen que es necesario educar a nuestros jóvenes para poder formar de la mejor manera posible al ciudadano del mañana. Pero muy pocas acciones concretas se llevan a cabo para educar a los jóvenes en las habilidades y competencias que les permitan ser exitosos en la sociedad del conocimiento.
En los próximos años los colegios tendrán la necesidad de formar a sus alumnos en las competencias específicas de la era de conocimiento. Los padres de familia conscientes de la importancia del factor tecnológico para el mundo laboral, influirán en los colegios para que incluyan en su presupuesto la distribución de clases de manera digital. De esta forma los alumnos podrán llegar mejor preparados a las universidades y al mercado laboral.
De esta manera podemos constatar que efectivamente se está haciendo un progreso cada vez mayor en la transformación de la escuela y los institutos hacía una transformación digital donde los alumnos pueden encontrar cada vez mas los contenido de las diferentes asignaturas en formato digital pudiendo incluso interactuar con el contenido a través de tabletas digitales u ordenadores portátiles. Este tipo de hardware cada vez está mas implementado gracias a las subvenciones que las administraciones públicas dan los centro educativos público y privados para que pueden comprarlos y disfrutarlos en sus diferentes centros educativos.
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